Desde que no estás

Desde que no estás
le miento a mi soledad
aun que tú si sufras
por que a tu goce roge piedad,
y en sufrimiento una vez más
me dejaste entregándote a la maldad.

Desde que no estás...
el tiempo se ha detenido
y si es cierto que no te olvido
es por que yo sé que me piensas
en cada noche que tu amor durmió con migo
y que al amanecer mis besos besabas,
aun que por una vez te mientas, reconoce que me amabas.

Desde que no estás
el viento me escupe a la cara,
las personas rehuyen mis miradas
la luna se oscurece aun que estuviese clara,
y el amor de mi se ríe a carcajadas,
por que me mientes aun que se que me amas,
por que se que mis besos también buscabas,
y que mi amor con tu amor soñaba
al pensar en los deseos que tu también pensabas
a olvidar que tu olvido nunca olvidaba,
por que el tiempo de nuevo empezaría
desde que estuvieras una vez más...

Extasis sediento

...Los susurros llegaban de todas partes
decían: haz me el amor, incinera mi cuerpo
con su cuerpo entré mis manos y las imagen es
trascendían en deseos de deseos de sentir su orgasmo
saliéndome por los poros, por la boca
mientras ella, seductiva, con mirada diabólica
se estremecía sin ninguna inocencia
devorando gota a gota mi existencia.

El sueño húmedo corría por su cara
con sus manos con el jugaba
complacida, no, aun no, ella mas deseaba
nuevamente lo viril resucitaba
con mucho mas ansias, con fuerza la penetraba
entre gritos y jadeos se enfurecía
perdía la razón y se calmaba
el movimiento no paraba
quería en su clítoris sentir el clímax
que le proporcionaba su rebeldía
tomada por la cintura al cielo subías
la respiración entrecortada se agitaba
ni colores, ni formas, nada existía
entre sus dientes su lengua mordía y maldiciones decía:
me gusta como me lo haces, soy tu diosa, soy tu puta
soy todo lo que sobre mi tu disfrutas
cuando a medio cuerpo de la cama caía
y en un éxtasis sediento, juntos se venían...

En ausencia de ti

Presencie la perdida de cada uno de sus besos

ausente de ti me perdí en ese laberinto de ternuras

en que si me querías; ¿angustiado pregunte?,

Mientras el miedo golpeaba mis pasados

tras las huellas en mis ojos de sus caricias,

me interrogué: ¿por que me dolía vivir sin sus recuerdos?,

¿Cuántas veces ese insensible dolor presencie?,

cansado de combates, a olvidarle me condené.

Necesito oír su voz, ver el fulgor de sus ojos,

ese calor que se penetra en la esencia de mi olor,

ese deseo que me devora feroz

¿Dónde estás mi delirante amor?

...Busco de prisa las ansiedades

que la locura me permita,

quiero sufrir sus maldades,

sus designios, la ternura de su mirada

y vuelvo a entregarme a estas soledades...

a sentir esta miseria al escribirle,

a tomar esta pluma y maldecir le,

a llorar por estos versos en su ausencia,

y he decidido que debo irme.

Jamás la tomaré del cuello al hacerle el amor,

no escucharé sus gélidos gemidos

al borde de los precipicios

en los que sobre mi, tomaba el vuelo,

y al amanecer se acurrucaba en mi pecho...

Dejaste olvidado tu corazón en el mio,

junto a los sentimientos por los que ahora suspiro

sin causa justa eres mi decadencia,

me entrego al vacío, sin ti muero de tristeza,

pero que soy sin su amor, solo una alma en pena.

Nunca olvidaré cuanto me haz querido

aunque no encuentré su fuego en mis pupilas,

ni su luz en la oscuridad de mi recuerdo

amé una a una sus consecuencias...

su juventud, su belleza

y ahora, te marchas dentro de mi,

para que no te piense,

para que te olvide,

para que muerda de rabia la cobardía,

mientras mueren las ganas con su melancolía

pensarme sin ti es no pensarme,

y en esta indolente inconsciencia

en ausencia de ti lloré.