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jueves, 1 de noviembre de 2012

En la muerte de un instante


¿Donde estabas cuando perdía  tu amor
y las noches se escondían de mis ojos?
porque sin tus pupilas estaban solos
todos los momentos que te tocaban,

¿Dónde estabas escondida?, mi corazón
te lloraba en cada refugio que no encontrarías,
el tiempo se acaba y le miento a mi felicidad
porque sin ti, me entregue a la fatalidad.

Los susurros se escondían a plena luz
dime soledad, dónde puedo encontrar su belleza,
la luz perdida de sus labios, su amor inconmensurable
su voz de niña deleitable, ¿dime luz?, ¡por Dios dime!
si es cierto que se puede morir de tristeza,
¿por qué muere un sentimiento noble?
¿por qué no puede amarse en su grandeza?

Ayer vi morir a cada uno de sus ángeles
yo los ame, dentro de mí, dentro de ella,
pero ya no más, nunca más las debilidades
se volcaran sobre el sentimiento de la ternura
amándose en cada nueva caricia que doy por perdida
porque sin ella, perdí una parte de mi vida
¿dónde van los amores que mueren?
no hay cementerios para estos, pensaste mientras
tantas veces me viste morir
y no parece ya ni importarte.

Y estaba ahí, infiriéndole a cada palabra ironías,
ignorando mi presencia cerrándole a mi corazón
cada una de las llaves de sus puertas,
no me sorprende, tal vez tenias razón
pero donde mueren las caricias que en tantos lugares
sus recuerdos vuelven iluminando perdidas
porque ya no soy yo sin ti, sin pasado
porque al perderte me perdí
y otra vez mas te sufrí.

Si fuiste la sensibilidad de cada pasión
si fuiste los versos inundados de fe
porque les entregaste a la mismos la prisión
que muere en este preciso instante...
si así sucedió fue porque  me condenaste
si ya no hay lugar en tu pecho para mi
solo estaré en el lugar donde más me amaste
a orillas del mar azul, es donde mueren los amantes.

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