En los brazos de la serenidad

Se levanta me pasa la mano por los ojos

con serenidad de ella me enamoro después del final,

después del delirio besa el te amo de mis deseos

no pienso en nada, me seduce con su bailar

se hace eterna, la caricia que provoca lo santo,

apenas me quedan fuerzas para decirle te amo.

Sentencio los movimientos que de mi lengua

vuelven a mi boca con ternura pasional,

con curiosidad busca mi debilidad y me toca

se hace intensa, se entrega a las causas del amor

que por ella calman la mansedumbre,

intento sutil de no volver a sucumbir,

despacio habla de como se sintió dentro de mí

de que ya no es necesario luchar...

como zona erógena todo mi cuerpo le dí

se prolongo en la ausencia de la agonía desatada,

no soporta la tortura que en su éxtasis derrama,

bendice la textura de mi piel con sutil paciencia

razona despacio sin llegar a la inconsciencia

sobrepasa lo celestial con su apariencia

abren los ojos al cielo que los contempla

musas, albedrío, suspicacia y subsistencia

ganas de morir, de vivir, todo se impacienta

juntos pasan del deseo a la serenidad

como quien vuelve de venirse una vez más.

En los brazos del deseo

Sensuales palabras la seducen desde su origen

el silencio de las mismas los hace cómplices

de toques ocultos al margen del delirio,

sonido eco de la inamovilidad, efecto doppler

sin cambiar en ningún instante su destino

sin pretextos fueron prófugos de lo sentido.

Le toca el pecho con su lengua, lo lame,

con ojos de desquicio lo mira, se acelera

y despacio devora todo lo que en él duerme

las caricias, las consecuencias de su crueldad,

mientras sobre él se erotiza, se agita y gime,

se hace bella e implacable sobre la cama

grita quiere llegar al orgasmo y lucha,

muerde el deseo en cada nuevo roce

nace la ternura que no se desvanece,

...y el ritmo se acelera y el ritmo...

es lo que de ella se espera, esa lluvia,

de ganas en plena desesperación,

en su entrepiernas besa su existir

te odio desgraciado con soberbia decía...

creo que voy a sucumbir,

solo tu sabes donde pierdo la razón

soy tu ángel desahuciado del sentir

con la pupila cerrada, la vagina se contrae

se liberan las pasiones, juntos los dos gritan

la calma, la paz, la luz y ella vuelve.

El inverso semblante de su cuerpo

no distorciono el sentirse observada

mirarse mientras la mano

que la pintaba lentamente suspiraba

solo aumentaba su deseo de ser amada.

Buscaba en su placer el hedonismo

que el vivir le pretaba a ese acto que en si

le sobrevivira a su propio tiempo

pero que es el espejo si no el reflejo

la transicion que no sobrevive al cuerpo

cuando en la quietud, se quiere ser amado

y lo que se proyecta es la imagen de lo evocado.

La conjucion de los dedeos esgrian deseo

ya no soportaba la imperfecion de la gravedad

ni el suplicio que significaba ese peso

que en su regaso desafiaba la verdad,

queria ser amada, no solo por la imagen

si no, por la luz, por el desenfoque

por el pincel sublime del pintor

materializando un momento de amor.

En el espejo reflejado de su entorno

un rostro que no parecia el suyo

reflejaba una accion que no entendia

cedio a la proyecion del sujectismo

tal vez no entendio pero amo la figura

que solo immoralizaba que solo fue suya

y sin ocultar lo que a la realidad ocurra

la mujer que ahi se refleja

Claveles de incontemplacion

Solo recuerdo las siluetas de su imagen

traspasando en soledades mis sentidos

con ternura dejando que sus labios besen

la sed que le entregan mis ganas a su amor

marcando con ilusiones mis deseos,

por que su lengua me embriaga de ardor

clamando por claveles de incontemplación.

En su esencia encontré mi fuego

amando el humo de la devoción,

al silencio dormido de miedo

sin ella lo llame desesperación,

extasie uno a uno mis pensamientos

que deseaban tocarla más allá de lo que siento

buscando mis manos tus labios,

mientras el pensamiento no se detiene

estoy dentro de ti y eso es lo que mi alma quiere.

Miro sus ojos los cuales no contemplan nada

se han detenido al borde de la pena

marchitos por la despedida de tu aroma,

amados por todo lo que en mi provocas

seducen la seducción y al amor no razona

te detienes sobre mi transportando tu humedad

jugueteando con la locura que no me olvida

¿dónde esta tu humanidad?

Insolentes tristezas claman por tu belleza

ama como te amen: ¨decían tus letras¨

ahí reside la grandeza

de todos los amantes...

Sentidos temores de perdición preguntan

por besos, ternura ultima de tu redención

te amé, te amo y te amaré por que no cambian

las palabras su sentir ante la emoción,

y tus sentimientos son mi mayor ambición.

Puedo recordarte con ese clavel en la mano

esperándome para darme la despedida

para amarme en todo ese pasado

al que ya no temo, por eres mi vida

y me entrego a lo que sin ti es mi perdición

por eso es que amo los claveles de la incontemplación...

Te busqué y encontré en mi soledad tu melancolía

y lloré por lo que fuiste un día,

lloré por tu aroma por besos bajo la lluvia

por cada dormida caricia

que me despertaba con tu sonrisa.

¿dónde estas por que te extraño?

Llevaté tu maldito claver,

ese que esta en la copa, que albergó tu mano

mientras me preguntabas si te amaba

y te decía, te quiero no te vallas,

me hice el fuerte para no llorar la rabia

pero era tarde para perdones,

para amaneceres sobre tu piel

en despedidas y encontré muerto el tiempo

tu carta debajo de la cama

solo decía: aun que sufriré por ti

sera mejor decir adiós antes de morir

si no estoy sera mejor así.

Desnudando el éxtasis de los orgasmos II

La lluvia fría caía sobre sus cuerpos desnudos

besando en las flores los pétalos adornados de erotismo

nadando en ríos, raudales de deseos

hilvanando en sus gritos gemidos placenteros,

se tocan bohemios los instantes de un te quiero

abandonados al desgane con que se describen estos versos.

Le muerde la espalda la caricia a la memoria,

vislumbrando en sus ojos cicatrices de ternura,

besa su matriz esgrimiendo espadas de espermas,

la sujeta por el cuello, mientras su falo venera

como santuario donde el sacrificio naciera...

Con suavidad pasmosa muerde sus senos

los aprieta, los seduce, los encierra

en huracanes pasionales de sus ojos...

lineas férreas de orgasmos anida

serpientes venenosas al prepucio muerden a la salida

de la luz que al placer en su paladar ha encontrado

caen cansados sobre el ego de su alma

cristales de saliva que acompañan un te amo

la seducción se agita con pasión desahuciada

la razón vomita la ignominia del cansancio

no se agotan los besos de efusividad descontrolada

en su pupila la vagina ensangrentada se entrega al desquicio

despertando del ensueño del orgasmo al éxtasis del sacrificio.

Amantes del sexo pasional

Silenciosos besos acarician la lengua que los respira

sobre pasados por el roce que jadea entusiasmado,

con la mirada infinita que en su orgasmo se crece

plasman redención de artilugios a la emoción desprendida

ante la unión que en sus cuerpos su entrega ha desatado,

sutiles toques paralizan el alma le infieren rapidez a la emoción

se agitan en su aliento sus pensamientos conjugando su pasión...

y en su propio sexo se hacen amantes de su devoción.

Le toca con la mirada efusiva el alma

le dice: ámame, entrega me tu amor

nunca te olvidare, la sujeta por la espalda

con suavidad la rasguño mordiéndole el cuello a su dolor

el sudor ero tiza en su pezón cada roce desatado

como un huracán gime ella aclamando a Venus

sin desaparición se entrega a la sed del viento

al triunfo de la noche para adorar sus espíritus

y embriagados blasfeman queriendo morir sobre su cuerpo,

desnudos uno sobre el regazo del otro gritan

arden frente a la atentación del fruto prohibido

lo tocan, lo besan con números indefinidos

hacen en su nicho hasta lo que no esperaban

la cama no los sostiene, el suelo los alberga,

la sangre se apasiona mientras se libera

el orgasmo que uno a otro se entregan.

Al despertar , ¿dónde estas preguntaba?

Di me si en verdad me amas

como al terciopelo que sobre el amanecer

acaricia la luz con ternura, el cuerpo desecho por la furia,

como dices que me amas, no me dolería morir

esperando tu calor el que quiero para mi

no te quiero perder tristemente decía,

y encontré en su nostalgia algo de valentía

toque con sus labios los besos de mi memoria

la dejaría partir aun que por ella muriera

pero una vez más...

Tengo ganas de ver el la rimar turquesa de sus ojos

balanceando se sobre mi pecho,

acariciándome la cabeza con sus manos

estrechando con sus besos los mios

me miraba con ese armonioso desquicio

de locura apasionado y ahora solo los dos

bajo la mirada del lamento me decíamos adiós

y una vez más...

Desnuda ante mi puerta reclamaba mi calor

horas de sueños amantes entregadas al delirio

beso en su cuello el éxtasis que le tortura,

llora de rabia en mi la locura como luna sin plenilunio

y decido escribirte por que tu ausencia nunca podre borrar

esos momentos en que como a diosa egipcia me entregue a tu amor

y una vez más...

Destinado a un amor melancolico

Lloran las tristezas sobre mi ataúd

quiero recuperar lo que nunca me diste

olvidarme de esa infame actitud

de encontrarte en los besos que te ame

por que aun que este sin ti

clame a dios que regresaras a mi

no para aliviar mi melancolía

ni para amarla, con eso solo me mentiría

era por necesitaba tu vida para sentir la mía

era por que quería tus lágrimas para llorar

y tu alegría para de amargura no morir

aun que separados estemos los dos...

nunca quise verte en mis ojos sufrir.

Quiero un minuto de tu existencia

para que me veas exterminar esta nostalgia

quiero sentirme en tu presencia

para encontrarme con tu sabiduría,

si estuvieras aquí no estaría en desgracia

en tu alma solo encontraría mi gloria

se que donde estés; en silencio ahora lloras

moriré otra vez aquí para que no estés a solas.

Camino sin arrepentimiento hacia el valle de la muerte

pienso en lo dulce que fue tenerte

cuando en mis brazos me decías quiere me

y hasta ahora estos versos deciden no detenerse,

¡shhhhhhhhhhh silencio!, no digas nada, solo deja que te ame

así sea en mi olvido siempre estaré contigo

haré en mi mente lo que me negó el destino

amarte así sea sobre mi mismo,

un amor melancólico eso es lo que he sentido.

No me culpes

No me culpes por el amor

que en noches de sexo lloraste por olvidar,

no, no me culpes por ese dolor

que a tus lágrimas el duelo no puede saciar

si en soledad grita tu nostalgia

por esto que fue en nosotros tan sentido

toma de mi lo que quedo de esta melancolía

de esta amargura que en oscuridad me ha consumido.

Encontré esa mirada llorando de tristeza

no me culpes decías con el dolor como ironía

mordiéndote los labios de rabia por la impotencia

de luchar contra un destino de consecuencia maldita,

toma de mi lo que queda, decías...

¨cuando el sueño quebrado muere al desplacer

de intentos fallidos y cansados de voluntad¨

solo queda entregarse a esa dulce calma que es fallecer

a perder el control extinto de bondad

cansado ya de luchar y ya no puedo,

por eso no me culpes por el amor que perdí

por las noches que en tu deseo fui lujuria,

por los besos que ahora huyen de ti

para entregarse en mi muerte a la tuya

y seguir a la privacidad de mi oscuridad

no me culpes por lo que en mi ya no esta.

La visión de nuestras almas

Estamos aquí con la mirada perdida

sin mirar nada mas allá del vacío espacio,

contemplamos el desdibujado silencio

y solos amargamos nuestra soledad...

Angustiados tal vez si, tal vez no,

nos preguntamos el por que del dolor,

sin excusas validas ante la dudosa respuesta

de si las angustias sobreviven al sentimiento

o a esos infames recuerdos del amor

que persisten en momentos inquietantes

en que en nuestros ojos se agota el tiempo

para hacernos sentir que no somos nada

que somos esos instantes que nos mienten

y que buscan amantes sin visión de pasado

en esos momentos que amaron nuestras almas

escondiendo las emociones que no sabemos si nos aman...

En la conciencia de lo extinto

yacen las consecuencias de lo incierto,

vacilantes ternuras que mueren

en ojos perdidos que te miran

y así mismo no se preguntan

por tu sentir, por tu esencia,

por las palabras con miradas muertas

las que se profanan en su pecado mortal.

¿Dónde descansa lo que no puedes mirar?,

ese erotismo, esa santidad, pecado inmoral

que existe en lo que quieres y no puedes ocultar

la infame locura de la impotencia sin porvenir

el castigo a la desobediencia de vivir

en integra des armonía con tu existir

condenándonos solo a morir.

Conjugando el olvido

He aprendido a pesar de todo a sufrir,

mientras las lágrimas que caen preguntan por ti,

enojos distintos me buscan, ¿donde he de huir?

el manto oscuro de la noche viene por mi...

El viento sopla con murmullos de soberbia

mientras toca la dama el violín del diablo

como queriendo decir que estaba muerto

el pasado que en tus placeres vivía

entre el futuro de un presente sin designio

y aquí me tienes conjugando el olvido.

En instantes paraliz

ó

la dulzura de un momento

en su mente transcurrió el tiempo en que la había amado

se tocaba como queriendo sentirse a su lado

el perfume de su cabello lo tenia hechizado,

y en fulminantes notas de deseo

el placer lo había extasiado,

no existía nada que en su cuerpo no hubiera tocado

con su lengua, con sus dedos, con su amor evocado.

Las manos penetraban a lo profundo de su sexo

y sintió por un momento ese jadeo en sus ojos

y al borde del placer maldecía así fueran demonios o santos

gritaba: ¨ olvida me tu, como excusa para que te olvide¨

olvídate de mi maldito olvido,

que aquí, solo quiero que mueras

no lo perdones, solo conjuga en el lo sentido.

Me perdí en la incontemplación de un instante

rindiendo culto a un altar sin dios alguno

escuchando cada murmullo que el pensamiento ha perdido,

por no querer atrapar el recuerdo de lo que quiso,

por ser un ingenuo y creer que el tiempo perdona

todo lo que por una ves siempre has querido...

Cuando el ser en cada aliento muere

por que vivir es morir en consecuencia...

y mientras eres de todos y de nadie

te dejas ser tocado por el aire...

por el acto de cada delicada presencia,

por la ternura que en estos ojos esta muerta

o por el sacrificio que existir con ella conlleva.

De que sirve gritar, si al cerrar los ojos ahí estas

con palabras de expresiones confusas,

diciéndome no llores, no sufras,

retorna a la inercia, a todo lo que en ti creas

sin confecciones, ni devociones que te consuman

por que el poder es la luz, el retorno a la belleza

despojada de fantasías de las falsas tristezas

y puedes decir que eres de todos menos de lo que amas

no te puedes ocultar que al conjugar olvidas...

no me culpes si al final de todo tu odio es lo que consiga.

Sin titulo concebido

Muéstrate ante mis ojos cerrados

de esta oscuridad aún no quiero ser rescatado,

a todos muéstrale maldito ángel desahuciado

por que la verdad es el mayor pecado,

sé que no existe nada más que yo

y si alguna vez alguien me amo

fue para glorificar se de lo que por mi

pensando en él tenia yo que hacer.

Por eso al deseo lo llamo lujuria

al sentimentalismo odio,

y a la avaricia locura de poder...

Enséñame como te propagas

arrebatándole la virginidad a mis sacrificio

muéstrame tus cruces, tus enigmas

tus odios o tus abismos

te juro que por ella sufrí lo mismo

antes me amaba como a nadie

o eso es lo que me había dicho,

pero por esa fantasía le sugerí

envenenar cada uno de los designios

que había planeado para mi mismo;

le pregunte: ¿por que dices esas profecías?

Si te entregaste a sus mismos calvarios

a las prisiones que carecen de final,

a las repuestas que sé no disfrutaras

por que en la muerte de si mismo

esta la verdad oculta, la desgraciada, la fatal...

la que otorga libertad dentro de ti la encontrarás

y si te mientes de ella no te alimentaras,

si no soy libre, no seré lo que de mi quieras,

por las consecuencias de la propia voluntad

aquí estaré sin ti, entre la verdad y la mentira, perdido

sin miedo al pasado o al futuro, sin titulo concebido.

Despreciable melancolía

Le escribo a tu ausencia, por que sé que no volverás,

para creer que tengo fuerzas y llegar a no desfallecer
en el momento de olvidarte o de tratar siquiera tocarte,
en cualquiera de los intentos de aniquilar las palabras
que amé al suspirar intenciones en ese ultimo atardecer
en donde mirándome a los ojos nunca te encontré
y tú, despreciable melancolía fuiste lo que no debió ser.

Fuiste un suspiro incandescente desde el alba al anochecer,
fuiste la duquesa de un reino que no debió verte nacer;
atrapaste mi conciencia, que desaliento, yo que por ti lloré,
y no conforme con mi arrepentimiento mis ganas vomité
para odiarte, para maldecirte, también para no tocarte,
ni con la intención que con mi fe muerta te otorgue,
para suplicarte que te fueras y nunca mas verte volver,
pero aquí estas de nuevo, intimidante y fieramente
enamorada de mis mortificaciones, si te hablo a tí, por que
eso ya deberías de saberlo, pero me ignoras otra vez.

Quien en tí se sufra que se muera, y con el sus ganas
pues yo ya no te quiero aun que me quieras...
tampoco necesito de todas tus malditas pasiones, esas locas
atrevidas, soberbias y despojas de bondad, que se mueran todas...
Pero coño, es que no existe mas cobardía en estos versos que asientas,
en este corazón imprudente que no hace mas que humillarse para
volver a quererte, por que no soy nada sin tí, melancolía.
Quiero, quiero que vuelvas con el jubilo que solo otorga tu alegría,
por que a mis mudas palabras le robas el desaliento
y aun que muera de ganas por olvidarte estoy de ti sediento,
y aun que no suene sincero sabes que de todo esto me arrepiento.

Si sé que soy el culpable, también la culpa es de mi amor
que se deja amar y luego de perder me envía a ti para que te llore,
para que te culpe de todos mis pesares, de mi dolor,
de todas las tragedias que en tu nombre se pose
ese constante flujo de cobardía; si también el corazón
tiene la culpa, por dejarse creer todo lo ella le dice
si también esta esa ilógica y fastidiosa razón
que al final solo quiere echarte la culpa y lo siento,
pero tú melancolía eres lo único que me queda y te amo
no solo por que me entiendes, sino por que eres como yo.

La Noche negra del dolor

Lamentos del dolor sucumben a las penas

que por su amor en tristeza me dejo,

se quedo con sus creencias

de que el sol se oculta cuando la luna lo desea

y que los sentimientos destruyen todo lo que amas

también de que la fe es ciega y que cada una de las esperanzas

solo nacen, solo cuando lo que empiezas a querer acaba.

Tal vez tenias razón en tu forma de pensar

quien iría a imaginar que estaría aquí

en donde me dijiste todo se acabo, es el final

y yo de necio, nunca te creí

no vi las señales del mundo derrumbandose

ni a su augurio, ni al gurú, o a quien diablos,

le dijera que todo estaba perdiéndose

en infranqueables notas de papeles

que no sabían como hablarle,

ni decirle que eran unos infieles

en todo lo que al amor se refiere.

Dentro de mi solo hay dolor contra mi pecho,

oprimo las verdades para quererlas ver ya muertas,

no distingo entre sabores o colores y te hecho

de menos en cada atardecer en los que no estas,

merezco cada punzón que llega a este corazón

y que lo arrojan despiadadamente a la extinción,

no quiero que me perdones,

no quiero tampoco tus rencores,

por que el olvido no alivia las agonías

y prefiero tenerlas a que por ti mueran

en disimuladas y envejecidas alegrías.

Escape a toda sensibilidad que no tomaste

al igual que mi lenta debilidad por besarte

por tenerte entre mis brazos y amarte

mirándo te a los ojos y susurrando te...

que el delirio de mis huesos son los tuyos,

que no hay nada mas en este mundo

que sea capaz de herir mi orgullo,

y cabe mi tumba muy profundo

al decir las palabras por las que ahora muero

te ame no lo dudes y te sufriré, eso es lo que quiero.

Ya no puedo esperar que vengas a ver este atardecer,

ni a acariciar al perro que ladra por tu ausencia,

tampoco te diré que la casa esta por enloquecer,

ni que de rabia me muerdo de impotencia,

por que no sabia que estábamos muriendo

que todo era un drama, que nos jugaba la memoria

y ahora lo sé, te estoy mintiendo

no hay posibilidades a las que temer

todo se dirige a la perdida del querer

o hacia la noche negra del dolor.

Verdades asesinas, amante gotica suicida II

Abre los ojos, te diré lo que siento;

aun que se fueran al infierno las verdades

sobre todo lo que fue lo nuestro,

nunca te acobardes ante los atardeceres

en que besandote al oido te decia te amo,

eso por mas que quiera nunca lo olvidare

por que ante esa misma luz, siempre te amare...

Nunca olvidare las caricias de tus besos,

ni la calidez de tu cuerpo al abrazarme,

por eso no diré adiós a tus latidos

por que en cada pulso firme

de tu corazón, sé que estarás conmigo.

Navegare en los perdidos pensamientos

que te amaron en tan fieras batallas,

aun que mis melancólicos labios estén sedientos

encontraran reposo solo en el manantial de tu alma.

No lo niego, oculte a las flores tus bellezas,

pues no había para mi en este universo

nada mas bello que en tus ojos me viera

besando en cada átomo tu velo sagrado,

y postergando me en tu existencia

tan solo aletargando el momento

para que en mi nunca muriera

el amor que aun por ti me queda.

Enfadada me golpeas;

dices: ¿donde esta ese amor, que me niegas?

en secreto para ti por siempre en la oscuridad

me quitas la visión, pierdo la paz que otorgas

a los momentos dulces que ocultas con frialdad,

di me: ¿que haz hecho de ellos?

estoy perdiendo la serenidad

y si no respondes de mi nunca sabrás...

La tomo en sus brazos infiriéndole paz,

dice: cuando nace el dolor que no puedes calmar

y buscas dentro de ti por que luchar y no encuentras

eso de lo que te enamoraste y sientes que te ha de fallar

y ya no tienen momentos de felicidad,

por que su sonrisa esta en oscuridad

no crees que es mejor salvar lo que queda

que arruinar un pasado hermoso, no eso no quisiera

pues si en el futuro no hay salvación

es mejor mantener con honor esa unión

que forzarla a la desaparición

y no condenar esos recuerdos a la extinción.

Respira toma un ultimo aliento y comprende

decir adiós es crecer pero disiente,

toma su boca y lo besa

en sus labios el veneno se dispersa

amante gotica suicida,

...amarte es mi condena...