La Noche negra del dolor

Lamentos del dolor sucumben a las penas

que por su amor en tristeza me dejo,

se quedo con sus creencias

de que el sol se oculta cuando la luna lo desea

y que los sentimientos destruyen todo lo que amas

también de que la fe es ciega y que cada una de las esperanzas

solo nacen, solo cuando lo que empiezas a querer acaba.

Tal vez tenias razón en tu forma de pensar

quien iría a imaginar que estaría aquí

en donde me dijiste todo se acabo, es el final

y yo de necio, nunca te creí

no vi las señales del mundo derrumbandose

ni a su augurio, ni al gurú, o a quien diablos,

le dijera que todo estaba perdiéndose

en infranqueables notas de papeles

que no sabían como hablarle,

ni decirle que eran unos infieles

en todo lo que al amor se refiere.

Dentro de mi solo hay dolor contra mi pecho,

oprimo las verdades para quererlas ver ya muertas,

no distingo entre sabores o colores y te hecho

de menos en cada atardecer en los que no estas,

merezco cada punzón que llega a este corazón

y que lo arrojan despiadadamente a la extinción,

no quiero que me perdones,

no quiero tampoco tus rencores,

por que el olvido no alivia las agonías

y prefiero tenerlas a que por ti mueran

en disimuladas y envejecidas alegrías.

Escape a toda sensibilidad que no tomaste

al igual que mi lenta debilidad por besarte

por tenerte entre mis brazos y amarte

mirándo te a los ojos y susurrando te...

que el delirio de mis huesos son los tuyos,

que no hay nada mas en este mundo

que sea capaz de herir mi orgullo,

y cabe mi tumba muy profundo

al decir las palabras por las que ahora muero

te ame no lo dudes y te sufriré, eso es lo que quiero.

Ya no puedo esperar que vengas a ver este atardecer,

ni a acariciar al perro que ladra por tu ausencia,

tampoco te diré que la casa esta por enloquecer,

ni que de rabia me muerdo de impotencia,

por que no sabia que estábamos muriendo

que todo era un drama, que nos jugaba la memoria

y ahora lo sé, te estoy mintiendo

no hay posibilidades a las que temer

todo se dirige a la perdida del querer

o hacia la noche negra del dolor.