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martes, 22 de junio de 2010

Amantes del sexo pasional



Silenciosos besos acarician la lengua que los respira

sobre pasados por el roce que jadea entusiasmado,

con la mirada infinita que en su orgasmo se crece

plasman redención de artilugios a la emoción desprendida

ante la unión que en sus cuerpos su entrega ha desatado,

sutiles toques paralizan el alma le infieren rapidez a la emoción

se agitan en su aliento sus pensamientos conjugando su pasión...

y en su propio sexo se hacen amantes de su devoción.


Le toca con la mirada efusiva el alma

le dice: ámame, entrega me tu amor

nunca te olvidare, la sujeta por la espalda

con suavidad la rasguño mordiéndole el cuello a su dolor

el sudor ero tiza en su pezón cada roce desatado

como un huracán gime ella aclamando a Venus

sin desaparición se entrega a la sed del viento

al triunfo de la noche para adorar sus espíritus

y embriagados blasfeman queriendo morir sobre su cuerpo,

desnudos uno sobre el regazo del otro gritan

arden frente a la atentación del fruto prohibido

lo tocan, lo besan con números indefinidos

hacen en su nicho hasta lo que no esperaban

la cama no los sostiene, el suelo los alberga,

la sangre se apasiona mientras se libera

el orgasmo que uno a otro se entregan.


Al despertar , ¿dónde estas preguntaba?

Di me si en verdad me amas

como al terciopelo que sobre el amanecer

acaricia la luz con ternura, el cuerpo desecho por la furia,

como dices que me amas, no me dolería morir

esperando tu calor el que quiero para mi

no te quiero perder tristemente decía,

y encontré en su nostalgia algo de valentía

toque con sus labios los besos de mi memoria

la dejaría partir aun que por ella muriera

pero una vez más...


Tengo ganas de ver el la rimar turquesa de sus ojos

balanceando se sobre mi pecho,

acariciándome la cabeza con sus manos

estrechando con sus besos los mios

me miraba con ese armonioso desquicio

de locura apasionado y ahora solo los dos

bajo la mirada del lamento me decíamos adiós

y una vez más...


Desnuda ante mi puerta reclamaba mi calor

horas de sueños amantes entregadas al delirio

beso en su cuello el éxtasis que le tortura,

llora de rabia en mi la locura como luna sin plenilunio

y decido escribirte por que tu ausencia nunca podre borrar

esos momentos en que como a diosa egipcia me entregue a tu amor

y una vez más...

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