Silenciosos besos acarician la lengua que los respira
sobre pasados por el roce que jadea entusiasmado,
con la mirada infinita que en su orgasmo se crece
plasman redención de artilugios a la emoción desprendida
ante la unión que en sus cuerpos su entrega ha desatado,
sutiles toques paralizan el alma le infieren rapidez a la emoción
se agitan en su aliento sus pensamientos conjugando su pasión...
y en su propio sexo se hacen amantes de su devoción.
Le toca con la mirada efusiva el alma
le dice: ámame, entrega me tu amor
nunca te olvidare, la sujeta por la espalda
con suavidad la rasguño mordiéndole el cuello a su dolor
el sudor ero tiza en su pezón cada roce desatado
como un huracán gime ella aclamando a Venus
sin desaparición se entrega a la sed del viento
al triunfo de la noche para adorar sus espíritus
y embriagados blasfeman queriendo morir sobre su cuerpo,
desnudos uno sobre el regazo del otro gritan
arden frente a la atentación del fruto prohibido
lo tocan, lo besan con números indefinidos
hacen en su nicho hasta lo que no esperaban
la cama no los sostiene, el suelo los alberga,
la sangre se apasiona mientras se libera
el orgasmo que uno a otro se entregan.
Al despertar , ¿dónde estas preguntaba?
Di me si en verdad me amas
como al terciopelo que sobre el amanecer
acaricia la luz con ternura, el cuerpo desecho por la furia,
como dices que me amas, no me dolería morir
esperando tu calor el que quiero para mi
no te quiero perder tristemente decía,
y encontré en su nostalgia algo de valentía
toque con sus labios los besos de mi memoria
la dejaría partir aun que por ella muriera
pero una vez más...
Tengo ganas de ver el la rimar turquesa de sus ojos
balanceando se sobre mi pecho,
acariciándome la cabeza con sus manos
estrechando con sus besos los mios
me miraba con ese armonioso desquicio
de locura apasionado y ahora solo los dos
bajo la mirada del lamento me decíamos adiós
y una vez más...
Desnuda ante mi puerta reclamaba mi calor
horas de sueños amantes entregadas al delirio
beso en su cuello el éxtasis que le tortura,
llora de rabia en mi la locura como luna sin plenilunio
y decido escribirte por que tu ausencia nunca podre borrar
esos momentos en que como a diosa egipcia me entregue a tu amor
y una vez más...
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