La lluvia fría caía sobre sus cuerpos desnudos
besando en las flores los pétalos adornados de erotismo
nadando en ríos, raudales de deseos
hilvanando en sus gritos gemidos placenteros,
se tocan bohemios los instantes de un te quiero
abandonados al desgane con que se describen estos versos.
Le muerde la espalda la caricia a la memoria,
vislumbrando en sus ojos cicatrices de ternura,
besa su matriz esgrimiendo espadas de espermas,
la sujeta por el cuello, mientras su falo venera
como santuario donde el sacrificio naciera...
Con suavidad pasmosa muerde sus senos
los aprieta, los seduce, los encierra
en huracanes pasionales de sus ojos...
lineas férreas de orgasmos anida
serpientes venenosas al prepucio muerden a la salida
de la luz que al placer en su paladar ha encontrado
caen cansados sobre el ego de su alma
cristales de saliva que acompañan un te amo
la seducción se agita con pasión desahuciada
la razón vomita la ignominia del cansancio
no se agotan los besos de efusividad descontrolada
en su pupila la vagina ensangrentada se entrega al desquicio
despertando del ensueño del orgasmo al éxtasis del sacrificio.
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