
Estamos aquí con la mirada perdida
sin mirar nada mas allá del vacío espacio,
contemplamos el desdibujado silencio
y solos amargamos nuestra soledad...
Angustiados tal vez si, tal vez no,
nos preguntamos el por que del dolor,
sin excusas validas ante la dudosa respuesta
de si las angustias sobreviven al sentimiento
o a esos infames recuerdos del amor
que persisten en momentos inquietantes
en que en nuestros ojos se agota el tiempo
para hacernos sentir que no somos nada
que somos esos instantes que nos mienten
y que buscan amantes sin visión de pasado
en esos momentos que amaron nuestras almas
escondiendo las emociones que no sabemos si nos aman...
En la conciencia de lo extinto
yacen las consecuencias de lo incierto,
vacilantes ternuras que mueren
en ojos perdidos que te miran
y así mismo no se preguntan
por tu sentir, por tu esencia,
por las palabras con miradas muertas
las que se profanan en su pecado mortal.
¿Dónde descansa lo que no puedes mirar?,
ese erotismo, esa santidad, pecado inmoral
que existe en lo que quieres y no puedes ocultar
la infame locura de la impotencia sin porvenir
el castigo a la desobediencia de vivir
en integra des armonía con tu existir
condenándonos solo a morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario