Se suspende en la intimidad de la noche
acariciando el aire que se escapa de los besos
que en ella alguna vez sintió...
la oscuridad se presta al derroche,
quiere amarse en cada uno de los momentos
que en silencio la oscuridad les permitió.
Tomame dijiste sedienta
los te quieros no eran suficiente
para el sentimiento que quemaba de tu alma
mientras se decía: amala en lo que no se siente
por que cuando el deseo se pervierte
las caricias en el sexo se crecen
ya sabes que quiero tenerte
y cuando las melancolías en tus ojos penetren,
los instintos tendrán que quererte.
Te fuiste y paralice ese momento
solo para permitirme amarte una vez más
recurrí a mi refugio interno
y acaricie cada recuerdo que me diste
¿dónde están ahora tus besos?
acaso acariciando esos momentos tristes,
en realidad ya no se si los quiero
pero al amarte siento lo que para mi fuiste:
aquella bella voz que extasia el cuerpo,
en el interminable deseo que siempre quise
la mujer amante, de frágil ternura,
la niña tierna que se acaricia en lo sublime
aquella de claridad tornasolada
amante del amor que nunca olvido,
recuérdame por que yo siempre estaré contigo.
Y suspendido en ti siempre estaré
ese recuerdo ya no será sombrío
seguiré amándote por siempre,
melancolía solo en tu confío
ya no estaré en oscuridad
por los bellos momentos que me diste,
no existe pena que por ti no muera
mientras la conciencia no la olvida
yo amándote estaré
hasta donde tu erotismo me guíe.
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